Con ocasión de un nuevo aniversario del 24 de marzo de 1976, se realizaron diferentes convocatorias y los alumnos del Seminario Taller Papel en Blanco de nuestra Institución tuvieron la oportunidad de visitar la muestra Memorias en el marco de las Jornadas de Arte y Memoria coordinadas por la comunidad de La Piedra en el Estanque, un proyecto creado para socializar el arte en las escuelas a través de actividades y propuestas artístico pedagógicas.
La muestra se componía de diferentes expresiones artísticas: narradores orales, títeres y marionetas, pinturas, grabados, esculturas, instalaciones, entre otras manifestaciones y se pudo visitar durante varios días en el Centro de Convenciones de Villa Carlos Paz.
Los alumnos que visitaron la muestra artística realizaron, ya en el ámbito del Taller y a partir de su recorrido, un ejercicio de memoria colectiva tratando de plasmar en pequeños textos personales aquello que los había movilizado, que se había grabado de una manera especial en sus recuerdos. Este ejercicio les permitió descubrir cómo, en general, los textos parecían continuarse unos con otros, construyendo la memoria de todos, como un gran mapa al cual cada uno lleva un fragmento y del que es, también, guardián y testigo.
A continuación, algunos de esos textos:
De todo lo que vimos, lo que más me gustó fue cuando el narrador Rubén López contaba apasionadamente historias. En una de ellas, el narrador no habló sino que fue mostrando imágenes que contaban una historia que te hacía reflexionar sobre cómo hay personas que pasan toda la vida esperando a alguien que jamás va a llegar. De esta manera describía ese momento de horror en la historia de la República Argentina
Juan Calamita – Cuarto B
Más fotos
Luego de esta actividad, en mi casa, decidí googlear uno de los cuentos que Rubén López nos contó y que me interesó mucho. El cuento se llamaba Mañana viene mi tío. Al principio me costó encontrarlo porque no recordaba su nombre, después lo busqué por su tema asociado a la Dictadura. Este cuento era para todas esas personas que pasaron toda su vida y aún hoy siguen esperando a aquellos que desaparecieron en esa época de horror. También encontré un video que mostraba la expresión de las personas que lo leían y se sentían representados y mostraban ese impacto en sus caras. Era impresionante y yo me sentí un poco así.
Jeremías Martina- Cuarto B
Puertas
En nuestra visita escuchamos varios cuentos de un narrador oral. Fue una muy buena experiencia porque nunca había escuchado a uno y, al principio, pensé que eran historias reales porque las contaba así.
Después de escuchar los cuentos fuimos a la planta baja donde estaba la exposición de arte con cuadros y esculturas. Nos fueron explicando cada una de esas obras hasta que llegamos a una instalación que se llamaba Las puertas de La Perla. Esas puertas tenían dibujos, uno de ellos que me llamó la atención era una puerta grande con muchas puertas más chiquitas. Esas puertitas, todas juntas, indicaban las cosas cotidianas de la vida de una persona: el amor, un nene en bicicleta, el mate con los amigos, una plaza. Esas puertas pertenecen al Centro Clandestino de Detención de La Perla y se cerraron para que las personas no pudieran tener esa vida dibujada.
Alfonsina Sofía- Cuarto B
