“Tus promesas me dan esperanza; ¡no te olvides de ellas! Tus promesas me dan vida; me consuelan en mi dolor.”

Mateo 5:4

Nuestro Papa Francisco nos dice en su catequesis sobre la esperanza que “la muerte no tiene la última palabra”. Ante la partida de un ser muy querido, la promesa del reencuentro en la casa de Dios fortalece nuestra espera, consuela nuestro dolor, nos permite continuar confiados en la suprema promesa de Jesucristo: la vida eterna.  

Con nuestro alumno, amigo, compañero, hijo, hermano, Facundo González, hemos compartido historias de vida, su memoria es nuestra memoria y ese camino recorrido permanecerá vivo y fértil en nosotros. Seguiremos adelante juntos, guardianes de ese recuerdo en amor constante, viviendo, con esperanza, la promesa del reencuentro.

Comunidad del Centro Parroquial