En este Día de la Soberanía en el Instituto Parroquial Bernardo D´Elía, queremos comenzar por rendir homenaje especialmente a los tripulantes del Submarino Ara San Juan y a sus familias. Estos héroes, serán recordados para siempre en nuestra memoria, porque murieron haciendo patria, no desde un discurso ni desde una banca o con una pancarta, hicieron Patria dando su vida en una misión: la de cuidar nuestra Soberanía,  porque la materia prima con la que se construyó nuestra patria, fue la del Heroísmo.

El Día de la Soberanía se instaura en conmemoración a La Batalla de la Vuelta de Obligado cuya gesta en 1845 contribuyó a reafirmar nuestra Soberanía Territorial frente a las potencias de Francia e Inglaterra, es que hoy celebramos el día de la soberanía nacional.

Pero la soberanía, no es algo que se obtenga de una vez y para siempre, la soberanía implica un desafío permanente, que nos lleva a impulsarnos una y  otra vez para luchar y triunfar en las verdaderas batallas: las que libramos desde las aulas, desde nuestros hogares, desde el trabajo, desde las iglesias y desde cada uno de nuestros senos familiares, en donde los argentinos buscamos alcanzar cada día la grandeza y la autodeterminación de nuestra Nación.

Ejercer soberanía es proteger nuestro territorio, que es también el fruto del esfuerzo de próceres de generaciones y generaciones que dejaron su vida, como ha sucedido en la Vuelta de Obligado. Eso nos permitió tener un territorio, pero también nos permite tener una nación con creencias, actitudes, valores que coexisten y conviven en paz.

Es vital comprender que hablar de soberanía es hablar del otro, no solo de los héroes de ayer y de hoy. Que cuidar nuestra soberanía nacional, nuestra fuerza como pueblo también es cuidar del otro, y no requiere de mirar mucho más allá. Basta con empezar con ese compañero que está formando en el mismo patio que nosotros.

La soberanía que se percibe en el conjunto, en una totalidad, nace con la actitud de cada uno de nosotros, siempre que tienda a nuestra autonomía como personas, para que se refleje en nuestra autonomía como país.

Así, Fortaleciéndonos en valores, reforzamos nuestra soberanía, y también con ello, nuestra independencia.