BATALLA DE LA VUELTA DE OBLIGADO

  A pedido del historiador José María Rosa y por medio de la Ley Nº 20.770, el Congreso de la Nación instauró el 20 de noviembre como Día de la Soberanía Nacional, en conmemoración de la batalla de la Vuelta de Obligado.

  Esta fecha es una invitación a la reflexión, pero sobre todo, a la reafirmación del tipo de país que queremos.

   Por este motivo, los invitamos a valernos de esta fecha como oportunidad para que desde la escuela podamos tomar conciencia de la importancia de poder decidir sobre nuestro territorio, nuestros recursos y además, sigamos valorando con nuestras acciones la opción de ser un país libre y soberano.

   En 1845, el puerto de Buenos Aires fue bloqueado por una flota anglo-francesa que intentaba obtener la libre navegación del río Paraná. El 20 de noviembre de 1845, siendo el general Juan Manuel de Rosas responsable de las Relaciones Exteriores del territorio nacional, tuvo lugar el enfrentamiento con fuerzas anglo-francesas conocido como la Vuelta de Obligado, cerca de San Pedro. El encargado de la defensa del territorio nacional fue el general Lucio N. Mansilla, quien tendió de costa a costa barcos sujetos por cadenas. La escuadra invasora contaba con fuerzas muy superiores a las locales. A pesar de la heroica resistencia de Mansilla y sus fuerzas, la flota extranjera rompió las cadenas colocadas de costa a costa y se adentró en el Río Paraná. 

¿Qué es la Soberanía?

   La soberanía es el poder de cada estado de gestionar su sistema de gobierno, su territorio y las leyes que rigen la vida de su población. En el siglo pasado, nuestro país se vio en numerosas oportunidades en la situación peligrosa de perder su soberanía. En cada batalla se encontraba en peligro ese poder de autodeterminación que teníamos. Hoy en día también luchamos, cada uno desde su lugar por la memoria de lo que fuimos, por la esperanza de lo que seremos en el futuro sabiendo que ser soberano es no depender de otro Estado para sobrevivir.

    El Estado Argentino ejerce su soberanía jurídica y política en cada decisión tendiente a buscar nuestra autodeterminación, en lo económico, en lo social, en lo cultural.

    Los invito a aprender cada día más porque, la soberanía que se percibe en el conjunto, nace con la actitud de cada uno de nosotros siempre que tienda a nuestra autonomía como personas para que se refleje en nuestra autonomía como país.

Como hijos de Dios y como ciudadanos, tenemos el deber de orar por nuestra Patria. Dios bendiga a Argentina con el donde la paz y la fraternidad. Rezamos  la oración por la patria:

 Oración por la patria

Jesucristo, Señor de la historia, te necesitamos.
Nos sentimos heridos y agobiados.
Precisamos tu alivio y fortaleza.

Queremos ser nación,
una nación cuya identidad
sea la pasión por la verdad
y el compromiso por el bien común.

Danos la valentía de la libertad
de los hijos de Dios
para amar a todos sin excluir a nadie,
privilegiando a los pobres
y perdonando a los que nos ofenden,
aborreciendo el odio y construyendo la paz.

Concédenos la sabiduría del diálogo
y la alegría de la esperanza que no defrauda.
Tú nos convocas. Aquí estamos, Señor,
cercanos a María, que desde Luján nos dice:
¡Argentina! ¡Canta y camina!
Jesucristo, Señor de la historia, te necesitamos.
Amén