La Celebración en la que se recuerda el Domingo de Ramos se llevó a cabo en el Templo Parroquial, el día miércoles 10 de abril y se reunieron  los alumnos de 1º y 2º grado acompañados por sus docentes, y el cura párroco, Hugo Villagra.

En este día recordamos especialmente lo que vivió Jesús… su entrada en Jerusalén, lo que conocemos como Domingo de Ramos.

Cuando un rey, el presidente de un país o cuando el papa Francisco visita a otro país, miles de personas salen a la calles y lo saludan con carteles, papel picado, banderitas y hasta flores. Y a veces se sube a un auto sin techo moderno para que todos puedan verlo desde lejos ¿verdad que si?

Algo parecido le sucedió a Jesús cuando partió un día junto a sus amigos a Jerusalén. Esto fue hace más de 2019 años, niños y niñas, junto a mujeres, hombres y ancianos… la gente del pueblo, aclamaban en las puertas de Jerusalén a un Rey. Un rey sencillo, que no poseía ni joyas, ni dinero, sino que enseñaba a servir y ayudar, porque él hacia todo por Amor.

Con el Domingo de Ramos se inicia la Semana Santa, y en este día se recuerda la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén, aclamado por la multitud, días antes de su pasión, muerte y resurrección. También conocido como el Domingo de la Pasión del Señor, comienza la solemne celebración de la Semana Santa, en la que se recuerda y se celebran los últimos días de la vida terrenal de Jesús, con grandes tormentos interiores, sufrimiento físico, los juicios injustos, la subida al Calvario, la crucifixión, muerte y sepultura, y, finalmente, su resurrección. Para nosotros los cristianos, el Domingo de Ramos, es el momento para proclamar a Jesús como el pilar fundamental de nuestra vida, tal como lo demostró la gente de Jerusalén al seguir a Cristo. Asimismo, las ramas de olivo o palmas, representan la fe de la iglesia en Cristo, la proclamación de Jesús como el Rey del Cielo y de la Tierra y, sobretodo de la vida del cristiano.