Durante las últimas semanas del mes de abril se llevaron a cabo los acantonamientosprevistos con cada uno de los cuartos años del Bernardo D´Elía de este 2019. Hermosos momentos de encuentro entre los estudiantes que, en muchos casos se están conociendo, con los docentes y los preceptores tuvieron lugar en la Posada del Bosque, en la localidad de Tanti.

Los objetivos del encuentro fuera de la escuela, fuera de las aulas, son, a través de diversas actividades propuestas y libres, lograr conocerse mejor, en un ambiente más relajado que invita a la charla y al juego compartido. El grupo de adultos que acompaña a los jóvenes también promueve la creación de nuevos lazos tanto desde las actividades cotidianas como desde la espiritualidad. Son momentos memorables, siempre hay nuevas anécdotas para contar y sorpresas al conocer al otro de una manera totalmente distinta a la prevista.

Algunas palabras de los jóvenes para retratar su experiencia:

“Pienso que es una buena forma de empezar el año e ir construyendo una especie de confianza hacia mis nuevos compañeros. Es una experiencia en donde nos conocemos, dialogamos mucho más que en el curso. Estaría bueno hacer varias convivencias a lo largo del año para fortalecernos como grupo y ser más unidos”, relata Gianella

 “En el acantonamiento realizamos varias actividades que tenían como objetivo común unir los lazos de amistad entre nosotros. A la hora del desayuno, almuerzo y cena nos propusieron que no usemos el celular ya que eran tiempos para compartir con los compañeros”, cuenta Esteban.

 “Tuvimos una hermosa caminata con caídas graciosas y charlas y actividades en grupos que ayudaron a la convivencia. Los profesores que nos acompañaron estuvieron muy atentos en todo”.

Pedro destaca: “Subimos a un pequeño monte hasta un antiguo asentamiento de los sanavirones y después nos tiramos por una tirolesa”,

“La actividad más interesante fue cuando estuvimos conversando de algunos temas propuestos con nuestra preceptora. Éramos un grupo pequeño y tuvimos la oportunidad de conocer no sólo a nuestros compañeros sino a Diana y que ella nos conociera un poco más a nosotros” comenta Luciana.

“Siendo sincera no tenía muchas expectativas para este acantonamiento, pensé que iba a ser igual que los anteriores, pero cuando ya estábamos todos en la Posada me di cuenta de que estaba equivocada”, afirma Giuliana.

Serena cierra su relato sobre el viaje: “Fueron días en los que fomenté mi relación con otros, conociendo a mis compañeros. Personalmente cambié al saber más para ser más abierta. Fue una actividad que realizaría de nuevo”.

El acantonamiento es una actividad muy fértil en experiencias que ayuda a los estudiantes de cuarto año que recién comienzan el ciclo orientado a encontrarse y reencontrarse entre sí y también, en esta nueva etapa, con los adultos que los acompañarlos. Entre los detalles que rescatan los jóvenes están las risas compartidas por profes y preceptores en distintos momentos del encuentro contagiándoles la saludable alegría de estar juntos y ayudarlos a plantearse objetivos de solidaridad y compañerismo para todo el año.